El Románico y la Reconquista

La imagen románica permitió transmitir mensajes y “educar” –adoctrinar– a toda una sociedad entre los siglos XI y XIII. Aún a día de hoy queda por conocer el sentido de muchas imágenes denominadas “profanas” y por explicar el alto número de escenas de lucha –monstruos, animales, guerreros y caballeros.
La guerra contra el Islam en la península ibérica y en Tierra Santa no sólo estuvo presente en la realidad territorial sino en la mente del clero y del pueblo, en los textos monásticos, en las crónicas y en los cantares de gesta. El estudio de estas fuentes arroja luz sobre los relieves de las iglesias, permitiendo inscribir la interpretación de sus formas en su contexto político-religioso.
La ideología de la guerra sacralizada se volcó en la demonización de los musulmanes, en la distorsión de su imagen hasta límites caricaturescos. Esta noción de los infieles encontró en la piedra de las iglesias el mejor medio de difusión, siendo capaz de movilizar a la guerra y de atribuirle un carácter sagrado. Este reportaje analiza el modo en que los musulmanes fueron concebidos por el pensamiento cristiano occidental y cómo fueron convertidos en imagen –imaginados–, en la escultura románica.