Nuevos detectores de mentiras, ¿viejos problemas?
P-300, BEOS y la resonancia magnética funcional son las tres técnicas más importantes que se están utilizando en el mundo como nuevos detectores de mentiras a través del estudio del cerebro. El uso de la neurociencia en el proceso está abriendo un sin fin de posibilidades para mejorar el ejercicio de la justicia pero, también, plantea dudas de su fiabilidad y de la aplicación de estas pruebas en el proceso. Una prueba que puede vulnerar los derechos fundamentales del sujeto, cómo el derecho a no declarar contra sí mismo o, a no confesarse culpable, el derecho a la integridad moral y física y el derecho a la defensa.
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Fernando Ibáñez Lopez-Pozas profesor de Derecho Procesal, UNEDRosario López de Haro Rubio redactora - locutora, CEMAV, UNED
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