¿Se aburrían los antiguos, o el aburrimiento es un estado de ánimo propio de la Modernidad y de los tiempos actuales?
Evagrio Póntico en el siglo IV escribe sobre la acedía, un pecado entre la tristeza, la pereza y el aburrimiento, y mil años después nuestro Arcipreste de Hita menciona, en parecido sentido, la acidía en su Libro de Buen Amor.
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Francisco Claro Izaguirre profesor del Departamento de Psicobiología, UNEDEdith Checa Oviedo redactora - locutora, UNED Media, UNED
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