El canto gregoriano

Fecha: 29 feb 2004
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La UNED en TVE-2

El canto gregoriano tiene su origen en la antigua música eclesiástica cantada en la liturgia del rito romano. Su denominación se vincula al que fuese elegido Papa hacia el año 600: Gregorio el Grande. Gregorio I no sólo fue renovador del repertorio musical de la antigua música eclesiástica, sino que incluso se le atribuye la autoría de numerosas melodías. El conocimiento que poseemos de la historia y del origen de las melodías eclesiásticas está lejos de ser profundo ya que apenas han llegado hasta nosotros rastros suyos anteriores al siglo XI. En la liturgia cristiana podemos destacar un claro influjo de la liturgia judía. En virtud de esta influencia, se descubre en el canto judío los términos generales del discurso melódico cristiano: la palabra elevada hasta su mayor grado de solemnidad gracias a la tensión de la voz, el diálogo de los clérigos y su ritmo libre, la vocalización, etcétera.
El Canto Gregoriano fue, en principio, exclusivamente vocal, aunque con el discurrir de los siglos se introdujo el órgano en la música gregoriana; acontecimiento que ha motivado el juicio de quienes consideran que el canto gregoriano debiera conservar esta forma desnuda de interpretación vocal sin acompañamiento. El canto gregoriano constituye una auténtica fuente de inspiración para el libre desarrollo de la melodía y la expresión emocional de la música occidental.

Una propuesta de Pilar Lago.

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    • Pilar Lago Castro profesora de Didáctica de la Música, UNED
    • Ismael Fernández de la Cuesta catedrático de Canto Gregoriano, Real Conservatorio Superior de Música de Madrid
    • Pedro Domínguez Zarandón realizador UNED Media, UNED
    • Rosa del Fresno locutora CEMAV, UNED