Los instrumentos de la ciencia ilustrada

La Ilustración, fue ese tiempo en pleno siglo XVIII, en el que la razón era el valor supremo del hombre. En este tiempo, la ciencia es llamada a tomar el liderazgo en el pensamiento, en las aulas e incluso en los salones. Así los instrumentos que permitían reproducir tantas veces como fuera necesario los experimentos, cobran un valor fundamental tanto en el laboratorio como en los centros de docencia.En España esta institucionalización de la ciencia se produce en el año 1625, con la creación del Colegio Imperial de Madrid, que un siglo más tarde tomará el nombre de Reales Estudios de San Isidro. En este centro se establecerán doce cátedras, una de ellas es la de Física Experimental, que supondrá una evolución en la investigación y la docencia sobre la Física tradicional. A partir de 1760, la monarquía de la Ilustración española estaba comprometida con el desarrollo científico, al cual destinaba importantes sumas de dinero, pero la falta de una política científica eficaz y el poco interés mostrado por la sociedad provocó un gran déficit de adeptos en nuestro país, al contrario de lo que ocurría en otros países como Inglaterra.A pesar de esta realidad en España se lograron grandes progresos en aspectos básicos de la ciencia sólo ensombrecida por la falta de resultados prácticos.

Basado en el libro del mismo título, editado por la UNED, cuyo autor es el profesor Víctor Guijarro Mora.