Madrid: el mejor alcalde el rey
En plena Ilustración, Carlos III se encontró al llegar a Madrid con una villa sucia, pueblerina y sin clase, y se propuso elevarla a la categoría que le correspondía por su capitalidad. Carlos III fue el artífice de las transformaciones urbanísticas e institucionales de Madrid: monumentos, jardines, nuevas ordenanzas municipales sobre limpieza, alumbrado, distintas divisiones administrativas y, todo ello, con la oposición muchas veces de unos vecinos cuya mentalidad no caminaba a la par de la de su rey. No en balde muchas de las disposiciones suponían grandes cambios en la forma habitual y tradicional de vivir, pensar y actuar de los madrileños.
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Josefa Castilla Soto profesora de Historia Moderna, UNEDClara Gómez Sánchez redactora - locutora, UNED Media, UNED
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