El terapeuta en el laberinto. Claves para el afrontamiento ético de situaciones difíciles

Un laberinto, según nos cuenta Umberto Eco, es un lugar en el que es fácil entrar pero difícil salir, definición que puede aplicarse con frecuencia a las situaciones en las que trabajamos. Los conflictos con otros profesionales e instituciones en la red, el peso de estereotipos y prejuicios tanto de pacientes como de familiares y profesionales, los fantasmas personales del terapeuta y sus dificultades actuales, así como la gravedad de las situaciones que afrontan las personas a las que intentamos ayudar, pueden anudarse de manera que el terapeuta se pierda en el laberinto. Una mirada a la complejidad, el cuestionamiento del lenguaje con el que describimos la situación, la atención a la autonomía de la persona y la asunción de una actitud deliberativa y dialógica son el hilo de Ariadna que nos brinda la ética para tratar de encontrar propuestas
de intervención más justas y hospitalarias para ellos, y para nosotros mismos.

Francisco Javier Aznar Alarcón psicólogo clínico, Director del Instituto de Psicoterapia Relacional y Narrativa (IPReNa) en A Coruña