Congreso Internacional "Ser hechura de: ingeniería, fidelidades y redes de poder en los siglos XVI y XVII"
ORGANIZA: Proyecto DIMHCIM I+D HAR2016-78098-P (AEI/FEDER, UE)
“Hechura: para dar a entender que un señor ha valido a cualquier persona, y le ha puesto en estado y honor, decimos ser este tal hechura suya” (Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, 1611)
Esta acepción de la palabra hechura se utilizó en la Alta Edad Moderna en muchas profesiones para definir relaciones verticales de poder. Con respecto al trabajo del ingeniero, este solo se entiende en los siglos XVI y XVII vinculado de una manera personal al poder político que construye fronteras, ciudades y territorios. Son esas relaciones personales entre nobles e ingenieros las que aquí nos interesan, porque explican el funcionamiento de la profesión y los mecanismos de intercambios científicos entre cortes europeas.
Dos son los puntos de vista que pretendemos en las investigaciones que se presentan a este congreso: el del noble que elige un ingeniero, a veces varios, que trabajan para él en el desempeño de sus cargos, y el del ingeniero que va buscando un señor, a veces varios, a los que servir fielmente. Nobles e ingenieros compartieron frecuentemente conocimientos científicos, y de ahí el interés de poner el foco desde un lado o el otro, para entender esos conocimientos compartidos, las acciones derivadas y el proceso de definición profesional del ingeniero. Desde ambas perspectivas podremos entender hasta qué punto las individualidades y unas relaciones basadas en la fidelidad fueron determinantes para la globalización de la ciencia de la ingeniería en la Alta Edad Moderna.
“Hechura: para dar a entender que un señor ha valido a cualquier persona, y le ha puesto en estado y honor, decimos ser este tal hechura suya” (Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, 1611)
Esta acepción de la palabra hechura se utilizó en la Alta Edad Moderna en muchas profesiones para definir relaciones verticales de poder. Con respecto al trabajo del ingeniero, este solo se entiende en los siglos XVI y XVII vinculado de una manera personal al poder político que construye fronteras, ciudades y territorios. Son esas relaciones personales entre nobles e ingenieros las que aquí nos interesan, porque explican el funcionamiento de la profesión y los mecanismos de intercambios científicos entre cortes europeas.
Dos son los puntos de vista que pretendemos en las investigaciones que se presentan a este congreso: el del noble que elige un ingeniero, a veces varios, que trabajan para él en el desempeño de sus cargos, y el del ingeniero que va buscando un señor, a veces varios, a los que servir fielmente. Nobles e ingenieros compartieron frecuentemente conocimientos científicos, y de ahí el interés de poner el foco desde un lado o el otro, para entender esos conocimientos compartidos, las acciones derivadas y el proceso de definición profesional del ingeniero. Desde ambas perspectivas podremos entender hasta qué punto las individualidades y unas relaciones basadas en la fidelidad fueron determinantes para la globalización de la ciencia de la ingeniería en la Alta Edad Moderna.
Primera Sesión
Segunda Sesión
Los ingenieros Grunenbergh y su influencia técnica en la corte de la Monarquía de España (1656-1696)
Tercera Sesión