Crítica genealógica de la cultura política moderna y sus implicaciones para el futuro de la democracia, a partir de Humano, demasiado humano

25/06/2015
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Présidence : Scarlett Marton

En primer lugar, se trata de precisar el significado de la peculiar «crítica» nietzscheana como crítica genealógica, en la que se articulan el nuevo pensamiento genealógico y el comparatismo, convirtiendo la filología a través de su filosofización en una hermenéutica transcultural de la vida y del sentido de la existencia, al interpretar el dinamismo cultural a partir de su trasfondo valorativo. Pero sin caer en un unilateral culturalismo, porque Nietzsche pone en marcha un nuevo pensamiento filosófico de carácter genealógico-hermenéutico, que va a contar también, y de manera especial, con las ciencias naturales, lo cual le permite superar el idealismo, aunque sin caer en un positivismo cientificista.
En segundo lugar, se expondrán los principales rasgos de la crítica nietzscheana de la cultura político-económica predominante en la modernidad, como vía para superar asimismo su larvado nihilismo. Humano, demasiado humano es expresión de una crisis liberadora, la de un nuevo «espíritu libre», pero que va más allá del horizonte de la cultura moderna, construida por el auge de las ciencias y de las ideologías político-económicas, cuyas ideas acaban a lo sumo en el bienestar, en vez de en la libertad radical. Algunas manifestaciones de la cultura moderna son el democratismo como forma decadente de organización social y la consiguiente degeneración de los instintos. De ahí la tendencia al igualitarismo y a la prevalencia generalizada del criterio cuantitativo, que llega a convertirse en la tiranía de la masa.
No obstante, en tercer lugar, hay que prestar especial atención a las matizadas consecuencias que Nietzsche extrae de su interpretación de la cultura político-económica moderna, en particular a las implicaciones que tiene para el futuro de la democracia el -según el propio Nietzsche- «imparable» (unaufhaltsam) proceso democratizador contemporáneo. Qué significa esta afirmación en el horizonte de la crítica genealógica de la cultura moderna? ¿En qué medida es aprovechable la democracia para una nueva Ilustración y una cultura de la elevación del hombre? Este diagnóstico del proceso democrático constituye, a mi juicio, uno de los aspectos más innovadores de la peculiar filosofía práctica de Nietzsche.


Jesús Conill Sancho