Miedos y anhelos de España: el Portugal de finales del siglo XVII

15/03/2013
Visto: 203 veces

España y Portugal se separaron en 1640 tras una revuelta que puso en el trono de Portugal al duque de Braganza con el nombre de Juan IV. Sin embargo, ante Europa, Felipe IV de España seguía siendo el legítimo rey de Portugal, así es que la guerra fue inevitable. Una guerra que duró casi tres décadas y que terminó con la firma del Tratado de Madrid en el año 1668. Ya no vivían ni Juan IV ni Felipe IV, así es que la paz la firmaron Mariana de Austria como regente española y el infante Don Pedro, que acababa de apartar del gobierno a su hermano, el rey Alfonso VI, acusándole de incapaz para el ejercicio de sus funciones públicas. La situación era bastante complicada y lo sería más en los años siguientes. Unos años, los finales del siglo XVII, de los que en general sabemos muy poco y en los que se siguió contemplando la posibilidad de volver a unir los dos reinos.

David Martín Marcos profesor de Historia Moderna, UNED

Clara Gómez Sánchez redactora - locutora, UNED Media, UNED